Basílica de Saint-Nazaire

La Basílica de Saint-Nazaire fue, en su origen, la antigua catedral de Carcassonne, cuyas piedras consagró el mismísimo Papa Urbano II sobre las ruinas de un antiguo templo carolingio.

Oraciones en la Basílica de Saint-Nazaire.
Oraciones en la Basílica de Saint-Nazaire.
Fotografía: Laurent Bartkowski (Flickr CC)

Aunque se construyó en el siglo XII siguiendo el estilo del Románico, que aún podemos apreciar en elementos como el campanario o la disposición de la nave, posteriormente se le incoroporaron otros componentes propios del Gótico, como el ábside y la vidriera central, que llena de luz este santuario y donde se representan escenas de la vida de Cristo.

Echad un vistazo a los capiteles de las columnas, ornamentados con motivos vegetales y del mundo animal.

Basílica de Saint-Nazaire.
Basílica de Saint-Nazaire.
Fotografía: Frédéric Chateaux (Flickr CC)

La restauración de Violet le Duc, al que ya hemos mencionado en previamente como artífice de la gran renovación del casco histórico de Carcassonne en el XIX, llenó la basílica de gárgolas y balaustres que contribuyeron a enfatizar su aspecto gótico, reforzado por las agujas.

Figura de un ángel en la Basílica de Saint-Nazaire.
Figura de un ángel en la Basílica de Saint-Nazaire.
Fotografía: Laurent Bartkowski (Flickr CC)

Fue durante este siglo XIX cuando la basílica de Saint-Nazaire perdió su título de catedral para cedérselo a la Iglesia de Saint-Michel de Carcassonne, situada en la parte baja de la ciudad.

En la Basílica de Saint-Nazaire se guardan los restos de San Nazario.

Encontraréis la Basílica de Saint-Nazaire dentro de la Ciudadela de Carcassonne, y os aconsejamos que no os la perdáis, pues para nosotros es la iglesia más bonita de la ciudad.