Bastida de San Luis

A orillas del Midi y a los pies de la Ciudadela medieval se sitúa la llamada Bastida de San Luis (nombrada así en honor al monarca francés), que se construyó en el siglo XIII en torno a la plaza Carnot. Esta es la segunda parte de las dos en que se divide el casco histórico de Carcassonne.

También conocida como ciudad nueva, posee un rico patrimonio cultural que queda reflejado en sus calles y edificios, distribuidos sobre un trazado en forma de cuadrícula. Estos son algunos de los principales puntos de interés:

  • La Plaza Carnot o antigua plaza de las hierbas, eje central de la Bastida y escenario de un mercado de productos locales las mañanas de los martes, jueves y sábados. Es el lugar con más ambiente de esta zona, lleno de terracitas y bares donde tomar algo lejos del agobio de turistas de la Ciudadela. En el centro de la plaza veréis la Fuente de Neptuno, hecha de mármol.
  • La Puerta de los Jacobinos, que aunque fue completamente restaurada en el siglo XVIII, es la única que se ha mantenido hasta nuestros días (pues la antigua Bastida tenía tres más). Esta puerta desemboca en la principal calle comercial de la Bastida, la Rue Georges Clemenceau.
Puerta de los Jacobinos en la Bastida.
Puerta de los Jacobinos en la Bastida.
Fotografía: Luciano Guelfi (Flickr CC)
  • La Catedral Saint-Michel, de estilo gótico y que tomó el relevo como catedral de la Basílica de Saint-Nazare. En ella destacan, sobre todo, la torre de vigilancia y la muralla, que vuelven a hacer hincapié en el carácter defensivo y de fortaleza de Carcassonne.
  • La Iglesia de San Vicente es un buen ejemplo del Gótico, y además alberga un gran patrimonio en forma de pinturas, reliquias e impresionantes vidrieras. Su campanario octogonal es uno de los puntos más altos de la ciudad.

    Bastida de Carcassonne.
    Bastida de Carcassonne.
    Fotografía: Verity Cridland (Flickr CC)

Aunque la mayoría de visitantes que acuden a Carcassonne solo se detienen a conocer la Ciudadela, nuestra recomendación es que dediquéis un par de horas a pasear por los boulevares y jardines de la Bastida, pues esta ciudad baja fue igualmente relevante para la historia de Carcassonne en cuanto a que ejerció como núcleo comercial de la misma, primero como mercado de paños y después gracias al negocio del vino.