El Canal du Midi (en castellano, “Canal del Mediodía”) es uno de los canales navegables más antiguos del continente europeo. Las primeras referencias a la construcción de una vía que conectase el Atlántico con el Mediterráneo se remontan al siglo XVI, cuando empezaron los primeros proyectos con las dificultades que conllevaban las limitaciones técnicas del momento.

Fotografía: Luciano Guelfi (Flickr CC)
No obstante, en el siglo XVII comenzó a construirse, comunicando el río Garona con el Mediterráneo, y con el objetivo de transportar tanto mercancías como pasajeros entre ambos lugares.
El canal, que en total tiene 260 kilómetros de recorrido, fue obra del ingeniero Pierre-Paul Riquet y constituyó en su momento todo un auténtico desafío a las condiciones geográficas y técnicas de la época. Si bien se dio por terminado durante la Revolución Francesa, en siglos posteriores fue experimentando varias mejoras, como la construcción de puentes y presas a lo largo de su recorrido.
El Canal du Midi cuenta con 126 puentes y 6 presas.
Lo cierto es que el Canal du Midi estuvo funcionando como vía comercial hasta hace apenas un par de décadas, cuando quedó reservado prácticamente solo al turismo. De hecho, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1996.

Fotografía: Kathleen Tyler (Flickr CC)
Desde la ciudad baja de Carcassonne podemos acercarnos a conocer el Canal du Midi e incluso contratar alguno de los paseos en barca que transcurren por él (salen desde el puerto, que veréis indicado al aproximaros).
Si navegar no es lo vuestro, también podéis dar un simple paseo a orillas del canal, pues la ruta, rodeada de vegetación y atravesada por el río, es perfecta para practicar senderismo y llevaros el picnic un día soleado.